entrar a mis argumentos. “Venid luego…y estemos a cuenta”. El propio Señor te invita a una entrevista que tiene que ver con tu felicidad inmediata y sempiterna, y no habría hecho esto si no tuviera buenas intenciones para contigo. No rechaces al Señor Jesús que toca a tu puerta, pues toca con una mano que fue clavada al madero por personas como tú. Puesto que Su único y exclusivo propósito es tu bien, inclina tu oído y ven a Él. Oye diligentemente y deja que la buena palabra penetre en tu alma. Acaso
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